Un primer ensayo de respuesta
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Me gustaría mucho retomar el discurso público. Pero ocurre que el público no está necesariamente interesado en mi vida privada. Me gustaría entrar en debates políticos, pero es momento de guardar silencio, de organizar en silencio. (Aunque sólo sea organizarse a uno mismo).
Tengo que decir, sin embargo, que muchas cosas me han ocurrido este último año. Muchas cosas que se apelotan en el corazón y en el estómago y que enturbian un poco la mirada. Son cosas que iluminan el camino, que animan, pero que obligan a oscurecer otros. Son decisiones que no pueden terminar de tomarse, o para emprenderse tienen que pasar por un proceso de luto. Vivo eso, una nueva vida y guardo silencio ante la muerte de la anterior. Es algo así como un rito de paso, creo. En todo caso, son días en que se requiere algo así como meditación trascendental para seguir el paso de los días.
En este contexto es difícil escribir algo que valga la pena, así que sólo comparto lo que he hecho y lo que sólo ayuda a difundir información.