Crónicas de ciertos amigos que llegué a conocer
domingo
If life is just a game, is there some thing else to win other than life its self
?
Durante algún tiempo dejamos de hablarnos. Después, se convirtió en un medio para saberse. Partíamos de la idea de que la duda sólo es aprehensible con las palabras; se trataba de, por lo menos, reconocerla. Hablando pudimos establecer algunas certezas. Y vivíamos felices repitiendo gozosos nuestras certezas. Repitiéndonos palabras para estar seguros.
Pero las palabras son apenas el recubrimiento del corazón. Más allá de las coordenadas, no hay mucho de qué hablar cuando uno anda por el monte. Cuando uno deambula sobre montañas, planicies y laderas, no hay más que seguir caminando. Después el tiempo va acomodando las cosas en su lugar y, una vez más, regresamos al juego de seguir vivos. ¶ domingo, marzo 01, 2009
Durante algún tiempo dejamos de hablarnos. Después, se convirtió en un medio para saberse. Partíamos de la idea de que la duda sólo es aprehensible con las palabras; se trataba de, por lo menos, reconocerla. Hablando pudimos establecer algunas certezas. Y vivíamos felices repitiendo gozosos nuestras certezas. Repitiéndonos palabras para estar seguros.
Pero las palabras son apenas el recubrimiento del corazón. Más allá de las coordenadas, no hay mucho de qué hablar cuando uno anda por el monte. Cuando uno deambula sobre montañas, planicies y laderas, no hay más que seguir caminando. Después el tiempo va acomodando las cosas en su lugar y, una vez más, regresamos al juego de seguir vivos. ¶ domingo, marzo 01, 2009
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A veces entro al antiguo cuarto, lleno de plantas secas, arbustos marchitados, flores muertas, cielo gris y tormentoso.. entro a veces y veo copias de cartas acumuladas en el piso, cartas que caen del cielo, cartas que antes, en donde caían, crecía una margarita.
Hace dos años, ese jardín privado renacía cada mañana, acompañado de mariposas violetas y blancas que revoloteaban constantemente entre los árboles.
Todos los días entraba a regar las plantas más verdes que había visto. Caían, diariamente, tres cartas en lugares indefinidos y yo corría a su búsqueda como una loca.
De a poco ese jardín inmenso empezó a encogerse, las cartas cada vez eran menos y las margaritas, solas, se aburrían demasiado. Trataba de avivarlas, dándoles agua, cantándoles, tocándolas, pero nada... era inútil, ellas no querían vivir más.
El sol comenzó a enfurecer y sus rayos caían sin piedad sobre absolutamente todo lo que, con tanto amor, allí creció.
Después de mucho tiempo entré. Con los ojos llenos de lágrimas quedé boquiabierta ante tanta tristeza, y cerré la puerta desolada, indignada, furiosa.
Todo ese laborioso trabajo había quedado destruído. Las cartas que leía eran una pobre copia de palabras dirigidas hacia la nada, o por lo menos, no dirigidas a mi, ni a mi jardín. Tiro las cartas, no las entiendo. Ya no estoy enojada, ni triste, ni apenada, tengo sólo una sensación, una terrible sensación ante el inmenso abismo del ruidoso silencio que es mi vida.
Entraño ver crecer las flores. A veces extraño mucho ese cuarto mágico, que funcionaba como un escape ante tanta idiotez humana que es la vida.
Hace dos años, ese jardín privado renacía cada mañana, acompañado de mariposas violetas y blancas que revoloteaban constantemente entre los árboles.
Todos los días entraba a regar las plantas más verdes que había visto. Caían, diariamente, tres cartas en lugares indefinidos y yo corría a su búsqueda como una loca.
De a poco ese jardín inmenso empezó a encogerse, las cartas cada vez eran menos y las margaritas, solas, se aburrían demasiado. Trataba de avivarlas, dándoles agua, cantándoles, tocándolas, pero nada... era inútil, ellas no querían vivir más.
El sol comenzó a enfurecer y sus rayos caían sin piedad sobre absolutamente todo lo que, con tanto amor, allí creció.
Después de mucho tiempo entré. Con los ojos llenos de lágrimas quedé boquiabierta ante tanta tristeza, y cerré la puerta desolada, indignada, furiosa.
Todo ese laborioso trabajo había quedado destruído. Las cartas que leía eran una pobre copia de palabras dirigidas hacia la nada, o por lo menos, no dirigidas a mi, ni a mi jardín. Tiro las cartas, no las entiendo. Ya no estoy enojada, ni triste, ni apenada, tengo sólo una sensación, una terrible sensación ante el inmenso abismo del ruidoso silencio que es mi vida.
Entraño ver crecer las flores. A veces extraño mucho ese cuarto mágico, que funcionaba como un escape ante tanta idiotez humana que es la vida.
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: lunes, marzo 02, 2009 11:43:00 a.m.
: lunes, marzo 02, 2009 11:43:00 a.m.
There is a bunch of things that you can win [and lose... and win them again] every-single-day. And still play just for have some joy, for the pleasure of imagine that you can build the playground and make the rules of the game (or convert them, or create a new game to make those rules more fun; whatever you want).
Hablando de cronopios y juegos, aquí un artículo.
.......
"Existe un lenguaje que va más allá de las palabras."
Paulo Coelho
[Pero, por desgracia, no lo admite la computadora]
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Hablando de cronopios y juegos, aquí un artículo.
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"Existe un lenguaje que va más allá de las palabras."
Paulo Coelho
[Pero, por desgracia, no lo admite la computadora]
# posted by : lunes, marzo 02, 2009 10:49:00 p.m.
: lunes, marzo 02, 2009 10:49:00 p.m.<< Home
