Con apoyo de Julio
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Ha sido cosa de empezar y ya. Primera línea que leo de este texto, un primer asomo a esta página y me rompo la cara contra todo porque no puedo aceptar que Gago esté enamorado de Lil; de hecho sólo lo he sabido varias líneas más adelante pero aquí el tiempo es otro, vos por ejemplo que empiezas a leer te enterarás pronto de que yo no estoy de acuerdo y conocerás así, por adelantado, que Gago se ha enamorado de Lil, pero las cosas no son así o por lo menos no debieran serlo. Si tan sólo hubiéramos podido evitar las palabras y la inmediatez inevitable del texto, ahora no sabrías, porque no tendrías que saber que Gago era mi amante, mi sorpresa nocturna, mi andanada de aire fresco, pero ahora lo sabes y te enteras también que Gago ha conocido a Lil y que la lluvia les ha caído encima y que se han empapado ya un par de veces y que no hay nada que puedan hacer más que fingir que no ha pasado, distanciar los encuentros lo más posible y sólo sonreírse cuando se ven. Yo no tengo nada que ver con que Gago y Lil y sin embargo me entero de la vez que en plena cena de formalidades hicieron del tiempo un hoyo que comunicaba a otra dimensión, quizá fue entonces que se pararon a bailar, que ella fue al baño y secuestrada en el cuarto contiguo reconoció en Gago un abismo. Si tan sólo no hubieras empezado a leer, si tan sólo no me hubiera asomado a esta página en el mar del abandono, pero…