Dr. Rémulo
Es sin duda consecuencia de la distancia, pero cuando se da por iniciado el diálogo con usted me voy de frente a plantear mi duda, la más grande que tengo sobre la academia en México. La duda tiene que ver con los modos y sistemas en que se mueve, en que se organiza. A la distancia, desde mi fuero interno, he encontrado un valor profundo al estudio y la explicación del pasado, un valor que me permite entender un sentido propio, al tiempo que me permite vislumbrar una respuesta social. Mucho de este proceso tiene que ver con lo que he leido con usted, en su clase. Por eso la pregunta se atrevesó en el mensaje pasado.
Es sin duda la distancia, pero esa pregunta también contaba con un sentido político y hoy me entero de un embate político en contra de funcionarios y exfuncionarios del gobierno Adrés Manuel López Obrador. Escándalo que hace eco de este modo posmoderno de hacer la política nacional a través de la televisión; escánadlo que hace obligatoria los mismos cuestinamientos sobre la academia a nieveles más amplios, preguntar entonces por el poder, la riqueza y el prestigio en los espacios donde se decide el futuro de la nación. Preguntar por ellos exige plantear los problemas del sentido, de la interpretación, de los motivos de las estructuras académicas, lo mismo que de las estructuras de gobierno. Cuál es el sentido de nuestras instituciones, del gobierno y del conocimiento. En estos tiempos parece hacer falta una brújula, o bien, mucho diálogo, sincero y respetuoso.
Es claro que esta sucesión de escándalos tiene que ver directamente con una forma de gobernar y con un nuevo mecanismo para la transición política conocida como el dedazo. Y traigo esto a colación, pues Habermas, me ha llevado a otros textos y a la necesidad de fundar en el diálogo abierto y sincero relaciones respetuosas y equitativas, que son la base de una cultura democrática. La política tiene que pasar por el acuerdo. Si no, es sólo el juego donde unos chamaquean a otros (Niño verde, dixcit).
Es sin duda la distancia, y suponer que puedo compartir mis ideas y mis sentimientos. Por mi parte, veo una profunda crisis en las instituciones en México, en la academia, en los partidos, en el gobierno, en el Estado nacional. Y eso me casua mucha inquietud y ganas de hablar y de tratar de entender qué es lo que pasa.
Bueno, dicho esto, me quedo, creo, más tranquilo. Decir y escribir. Compartir tiene siempre algo de bálsamo, algo de liberación. Le mando muchos saludos y suerte en las búsqueda que ha emprendido.
Quedo de usted,
Javier García