Puesta de sol
Tanta pregunta y ninguna respuesta,
solamente esa ola que se muere en la orilla
de tu ojo admirado, multiplicada ola
que renace sin soltar el zapato
que has estado mirando desde el amanecer,
aquel zapato impar e indescriptible
que lleva y trae la espuma por la playa
como si fuera el mar un gato que jugara
inofensivamente con su sombra
mientras el dueño baja la cortina
metálica y sonora de la tienda.
Es hora de cerrar.
Oooh sí. Lo sostiene esa ola polisémica.
La recompensa puede ser distinta
–en lugar del zapato cualquier cosa–
Imagínate tú.
Rafael Torres Sánchez
Historiador y poeta.
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