Y que falta de remordimientos para ponerse en el centro de la escena
Ella conocía la tiranía de los débiles: fue uno de sus primeros descubrimientos en sus relaciones. También descubrió, lentamente, la tiranía de los afortunados: cómo los virtuosos obtienen sus cualidades arracándoselas a los vicios. Ahora él le estaba enseñando algo nuevo: la tiranía de los pasivos. Eso era lo que estaba poniendo en práctica; y ya estaba muy harta.
De un libro que una amiga me regaló pues dice que con él se acuerda de mi: Julian Barnes "Antes de conocernos".
Hace más de un año que no paseaba por el internet y los blogg del mundo, más allá de leer aquellos de los amigos que están de viaje. ¿En serio que me he perdido de cosas? No lo creo.
Recuerdo que cuando más intenso fui con esto de escribir públicamente fue cuando estaba de viaje. Puedo decir que hoy, o sea ayer, o sea anteayer, osea que hace unos días empecé mi viaje. Por ahora, como aqueyos que empiezan el primero de enero, apenas estoy preparando el viaje.
Mientras guardo los calzones y camisetas en la mochila, mándoles un saludo a los que en alemania viven y que han insistido en regresar. Ahí voy, poco a poco, pero ahí voy.
Resulta difícil ponerse a escribir con el bombardeo de información, pero comienzo a intentarlo.